Un crimen de odio contra los católicos, dice el FBI tras tiroteo en Minneapolis

Dos niños de 8 y 10 años murieron y otros 14 resultaron heridos el miércoles en un tiroteo durante una misa en una escuela católica de Minneapolis (Minnesota), según informaron las autoridades locales.

El asesino, identificado como Robin Westman, de 23 años, se quitó la vida de un balazo.

De acuerdo al reporte, el sujeto vestía de negro, tenía rifle, una escopeta y una pistola, que disparó decenas de veces a través de ventanas de la iglesia, donde se celebraba una misa para los alumnos para conmemorar el inicio de las clases.

El director del FBI,Kash Patel,dijo en la red X que se investiga el tiroteo como acto de terrorismo doméstico y un crimen de odio contra los católicos. Identificó al autor como “Robin Westman, un hombre nacido como Robert Westman”.

Una página en la red social YouTube perteneciente a Westman, que según las autoridades ha sido eliminada, incluía un video del sospechoso hojeando las páginas de un diario.

En extractos del libro, escritos utilizando el alfabeto cirílico ruso para las palabras en inglés, Westman describía su fascinación por la violencia y su obsesión por los tiroteos masivos, en particular los que se producían en escuelas. También hablaba sobre el suicidio, la depresión, su propio racismo y los detalles de cómo llevar a cabo un tiroteo masivo.

Las autoridades están trabajando para determinar el motivo y están revisando los escritos y videos.

Westman escribió numerosas cosas en sus armas y cartuchos, incluyendo el mensaje “Mata a Donald Trump”, reveló un video publicado este miércoles justo antes del tiroteo.

También había escritos antisemitas y referencias al Holocausto, a otras personas que llevaron a cabo masacres y a la Iglesia católica en armas y cargadores.

De acuerdo a las autoridades, la madre de Westman parece haber trabajado anteriormente en la iglesia de la Anunciación.

La iglesia había compartido una publicación en la red social Facebook celebrando su jubilación en agosto de 2021. Esa publicación fue eliminada este miércoles a raíz del tiroteo.

Javen Willis, de 13 años, dice que les dijo a sus compañeros de clase que “se agacharan y se metieran debajo del banco” cuando escuchó disparos durante la misa de esta mañana.

“Acabábamos de sentarnos después de leer los salmos y estábamos esperando, y lo único que oigo es pum, pum, pum”, relató Javen, estudiante de octavo grado de la escuela católica Annunciation.

Declaró que vio un cuerpo inmóvil en el suelo y añadió que estaba esperando noticias de un amigo que había recibido un disparo.

“Solo estoy esperando el momento en que él y yo podamos tener otra conversación íntima y personal”, dijo.

Subrayó que estaba feliz de reunirse con su familia, pero también “triste porque algunos de estos niños no podrán reunirse con la suya. Y yo fui uno de los afortunados”.

El hospital infantil Children’s Minnesota ha informado de que cuatro de los pacientes que fueron ingresados en su hospital de Minneapolis tras el tiroteo de este miércoles fueron dados de alta.

Tres niños permanecen en el centro, indicó el centro médico esta tarde. En total, siete niños de entre 9 y 16 años habían sido ingresados allí.

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