Niños atados, padres arrestados y familias traumatizadas tras redada del FBI

Publicado: 1 nov 2025, 16:30 GMT-5|Actualizado: hace 20 horas
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BOISE, Idaho, EE.UU. (AP) — El primer indicio de que algo andaba mal fue el sonido de un helicóptero, seguido de gritos. Poco después, Anabel Romero estaba en el suelo con las manos atadas detrás de ella, afirmó, mientras los agentes de la ley, blandiendo armas, sacaban a su hija de 14 años de un camión cercano y la ataban con bridas, a la vista de sus hermanos menores.

Romero y su hija, ambas ciudadanas de Estados Unidos, fueron dos de las cerca de 400 personas que fueron retenidas durante horas en un hipódromo de propiedad privada a aproximadamente una hora al oeste de Boise, como parte de una investigación encabezada por el FBI sobre apuestas ilegales y en la que se produjeron más de 100 arrestos, casi todos por violaciones de inmigración.

Romero no está segura de a qué agencia pertenecían los agentes que ataron a su hija. Más de 200 efectivos de al menos 14 agencias, entre ellas, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) y la Patrulla Fronteriza, así como la policía local, participaron en la redada en La Catedral Arena.

La operación, efectuada el 19 de octubre, es un ejemplo impactante de cómo la inmigración se ha convertido en uno de los motores principales en la aplicación de la ley federal y demuestra un nivel de coordinación sin precedentes para abordar la agenda de deportación masiva del presidente Donald Trump. También muestra cómo las redadas de inmigración marcadas por un uso intensivo de la fuerza han afectado a ciudadanos estadounidenses y residentes legales.

En la imagen, proporcionada por Anabel Romero, aparece su hija de 14 años, derecha, con las...
En la imagen, proporcionada por Anabel Romero, aparece su hija de 14 años, derecha, con las manos atadas con bridas, junto a su hija de 8 años, al frente, centro, durante una redada efectuada por varias agencias del orden en el hipódromo La Catedral Arena en Wilder, Idaho, el 19 de octubre de 2025. (Anabel Romero vía AP)(Anabel Romero | AP)

La redada en La Catedral Arena tocó fibras sensibles en el condado de Canyon, que tiene la mayor cantidad de residentes hispanos de Idaho y donde Trump obtuvo el 72% de los votos el año pasado.

Cinco familias entrevistadas por The Associated Press dijeron que los agentes ataron con bridas a niños de tan solo 11 años. Afirmaron que un menor de ocho años tenía vidrio en la boca mientras gritaba cuando los efectivos rompieron la ventana de su auto. Varios niños estuvieron separados de sus familiares durante horas.

La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, cuyo departamento supervisa la Patrulla Fronteriza y el ICE, negó que los niños fueran atados con bridas. La portavoz del FBI, Sandra Barker, dijo inicialmente que no se usaron restricciones ni balas de goma contra niños, pero luego enmendó esa declaración, reemplazando “niños” por “niños pequeños”.

Cuatro personas que estaban en el hipódromo, y una quinta al día siguiente, fueron arrestadas por cargos de apuestas, mientras que otras 105 fueron detenidas por violaciones de inmigración.

John Carter, un guardia de seguridad del hipódromo, dijo que fue atado con bridas y sufrió problemas de circulación en sus manos antes de que un agente del FBI las aflojara. Carter dijo que los agentes usaron dispositivos de aturdimiento, apuntaron con armas a las personas y lanzaron una bomba de gas pimienta contra un vehículo donde alguien intentó esconderse.

“Está bien llevar a tu familia a un evento público. Solo porque haya diez personas en una multitud haciendo algo ilegal, eso no hace que todos en esa multitud sean ilegales”, dijo Carter. “Sí, voté por Trump, no me avergüenza decirlo. Pero no me gusta la forma en que se manejó esto y las afirmaciones que están haciendo”.

Los cargos de apuestas

El agente especial del FBI, Jacob Sheridan, dijo en documentos judiciales que las personas acusadas trabajaban en una operación de apuestas paramutuales, aunque el hipódromo no tenía una licencia estatal para realizarlas, solo para carreras de caballos.

Tricia McLaughlin, portavoz del Departamento de Seguridad Nacional, dijo: “El ICE desmanteló una operación ilegal de carreras de caballos, peleas de animales y apuestas”. Sin embargo, en los documentos judiciales no se mencionan las peleas de animales. Más tarde, agregó que el ICE no inmovilizó ni arrestó a menores.

El comisario del condado de Canyon, Kieran Donahue, y el jefe de policía de Caldwell, Rex Ingram, dijeron en una declaración conjunta que era “completamente falso” y “profundamente engañoso” que el ICE se atribuyera el mérito, señalando el liderazgo del FBI y la participación de un grupo especial local.

Otros ejemplos de cómo la inmigración se ha convertido en un elemento central de las operaciones contra el crimen son la operación encubierta realizada en octubre por el FBI contra la venta ambulante ilegal en el barrio chino de Manhattan, así como los esfuerzos recientes realizados en Memphis, Tennessee. Durante el endurecimiento de la aplicación de la ley impuesto por Trump en Washington, D.C. y promocionado como centrado en el crimen, alrededor del 40% de los primeros 2.300 arrestos se relacionaban con la inmigración.

Acusaciones de uso excesivo de la fuerza

Durante la operación en Idaho, muchos agentes no parecían tener ninguna marca identificativa o nombres de departamento en sus uniformes. Algunos llevaban máscaras. Las agencias estatales y locales negaron haber atado a menores o no respondieron a las llamadas en busca de comentarios.

Varias personas dijeron a la AP que los agentes del ICE les retiraron sus ataduras una vez que fueron puestos en fila para el procesamiento de inmigración, y en los documentos judiciales se indica que se llamó a la agencia una vez que se hubo ejecutado la orden de registro inicial.

Romero dijo que cuando mostró su inquietud por haber estado separada de sus hijos durante horas, un agente se rio y dijo: “Estamos cuidando mejor de ellos”.

Varios días después, Romero dijo que los moretones de su hija aún eran visibles. Sus hijos de seis y ocho años se despertaban gritando cada noche. Cuando la familia pasaba junto a un auto patrulla, su hijo menor “se asustaba”.

“Ya ni siquiera ven a las fuerzas del orden con respeto”, dijo. “Están bastante alterados”.

Jehidi Perez, de 21 años, residente de Nampa, estaba en su camión con su hijo de cinco años, observando cómo las autoridades intentaban romper la ventana de otro vehículo en el que estaban sus padres y su hermano de ocho años. Sus padres comenzaron a alejarse, y un agente le disparó al auto.

“Era una bala de goma, pero en ese momento todos estábamos en pánico. Pensábamos que eran balas reales”, dijo Perez. “Mi madre cubrió a mi hermano con su cuerpo”.

Sus padres detuvieron el auto, y los agentes rompieron una ventana. El vidrio cubrió a su hermano, y algo entró en su boca, dijo Perez. Una bala de goma golpeó el pecho de su padre.

El ICE arrestó a su padre, y Jehidi Perez recibió la orden de comparecer ante la corte de inmigración en noviembre.

Su hijo y su hermano, ambos ciudadanos estadounidenses, enfrentan dificultades, dijo.

“No pueden dormir mucho por la noche. No están nada bien”, dijo. “Mi hermano llora todos los días. Este es el primer cumpleaños que pasa sin su papá”.

Pocas respuestas de las fuerzas del orden

Cuando un agente ató con bridas a los hermanos de 11 y 15 años de Jasim Duran Villa, ella le instó a verificar con sus superiores.

“Les dijimos que no creíamos que eso fuera algo que debieran hacer a menores”, dijo. El agente le dijo que otros niños también habían sido atados.

Duran Villa no fue atada porque llevaba a su hijo de 14 meses. El bebé tenía hambre y necesitaba un cambio de pañal, pero la leche y los pañales estaban en su auto.

“Ya habían pasado cerca de dos horas y media, y por eso preguntaba tantas veces, ‘¿Puedo ir a buscar mi pañalera para darle leche a mi bebé?’ Me ignoraban o decían que le preguntara a otro agente”, dijo. “El bebé lloraba todo el tiempo”.

Después de más de tres horas, fueron identificados como ciudadanos y se les permitió irse. El padre de Duran Villa fue arrestado y acusado de una violación de inmigración.

Juana Rodriguez, ciudadana estadounidense, dijo que los agentes la mantuvieron atada de manos durante casi cuatro horas mientras su hijo de tres años se aferraba a sus piernas.

“Solo le decían, ‘Tienes que sostenerte de la blusa de tu mamá‘. Cuando se alejaba un poco de mí, lo empujaban de nuevo hacia mí y decían, ‘¡Mantenlo contigo!’”, dijo Rodriguez.

Finalmente, se le permitió irse, y el ICE arrestó a su padre.

“Le dije que no firmara nada porque estoy trabajando para sacarlo”, dijo.